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Hay días que con música se arregla casi todo. Hace unas semanas me llegó este disco que escuché varias veces en una misa negra de domingo.

Nos encontramos ante un discurso musical eminentemente contemplativo, gracias al cual cada pieza dibuja un trazo único, sin aristas: una auténtica bocanada de aire.

Argentina de nacimiento y ciudadana del mundo por experiencia, María Eugenia Luc nos da una excelente muestra de las auras musicales que ha ido alquitarando a lo largo de su carrera.

Hace falta toda una vida para entregar a una sociedad tan obcecada como la que nos envuelve un acto de generosidad del calibre del que se encierra en los límites de un disco compacto.

El imaginario de la compositora argentina María Eugenia Luc contiene una amplia paleta de texturas en las que es sencillo fantasear con atmósferas y sensaciones.

Un producto musical brillante que suena fundamentalmente europeo y familiar en su empleo de los ritmos, los intervalos, los atmosféricos y sutiles timbres.

Los dos conciertos que le quedan a la Sinfónica de Bilbao dentro de su temporada tienen alicientes importantes.

Extraordinario ejercicio de delicadeza que es «Yun» de María Eugenia Luc, en el que el sonido parecía siempre a punto de quebrarse en su propia respiración interna.

Yun, que partía de lo más etéreo y disperso para poco a poco acercarse a una definición del sonido y crear un interesante mundo sonoro.

No faltó una proposición más matemática y científica con Shen de María Eugenia Luc, levantada sobre un trasfondo taoísta y de estructuras fractales.

Completamente distinta fue «Silencio blanco» de María Eugenia Luc, una obra dramática, pasional y en la que se puso apreciar la experiencia y oficio de la argentina en el uso de la orquesta.

Xi, de Maria Eugenia Luc, fundadora del Ensemble y hoy su directora artística, es un trabajo de inspiración orientalista al margen de todo exotismo.

Esta obra, sobre el Apocalipsis de San Juan, muestra una estructura muy interesante así como una inteligente y variada dotación sonora.

No resulta nada fácil hacer crítica de un concierto como el del jueves, protagonizado por un único músico y, además, flautista.

De entre las cinco obras del programa sobresalieron quizás la última obra de María Eugenia Luc.

En Tan Fugaz de María Eugenia Luc (1958) subrayaremos la riqueza tímbrica de su plantilla.